PINCELADAS DE HISTORIA LOCAL

En la actualidad se hace común ver sucesos que en el pasado nos podían asombrar, pero sin mostrar mayor sorpresa, al parecer hemos perdido esa capacidad de asombro, las acciones se nos hacen cotidianas y dentro de este aturdimiento colectivo no dimensionamos los efectos de la vida que llevamos; particularmente me refiero a la calidad de vida que hemos heredado en los últimos 40 años. Y que no tendría sentido si no dimensionáramos el contexto histórico en se presentaron como efectos de causas anteriores que vienen desde los primeros asentamientos y villorrios de nuestra comuna

Probablemente es poco lo que conocemos desde los años 50 hacia atrás, cuando en nuestro territorio habitaban tantos minifundistas, o latifundistas, que eran familias de costumbres europeizadas, con grandes extensiones de tierra y quienes formaban los grupos de poder local, a diferencia de los inquilinos y jornaleros quienes servían de fuerza de trabajo.

Desde la formación de los villorrios que constituyen nuestra comuna, hacendados, terratenientes y el obrero agrícola matizan el paisaje local, no ajeno de la realidad nacional y mundial que orientara a través del tiempo el comportamiento económico y social de la localidad.

Sectores como la Haciendas Las Canteras, estaban conectadas desde el siglo XVIII, con todo el circuito realista desde Chillán al Sur y hasta la Ciudad de Los Anjeles, como se le conoció por mucho tiempo, por otra parte villorrios como Quilleco y mas adelante Villa Mercedes fueron surgiendo con el tiempo republicano y alojaron en si a trabajadores y terratenientes, comerciantes e inmigrantes; El caso particular de Quilleco que a mediados de 1853 ya contaba con la venia del 1er Intendente de Arauco para ser conocido como San Francisco de Quilleco, en honor a la autoridad provincial de aquel tiempo don Francisco Bascuñan y Guerrero, también en aquel año la Hacienda Las Canteras estaba bajo la administración del ex presidente don Manuel Bulnes, ese mismo año Manuel Montt visita Los Ángeles, también ese año el Volcán Antuco hizo erupción; en aquel tiempo las casas de los caseríos y villorrios existentes eran de caña, totora y barro

Como sabemos nuestra provincia fue participe, cómplice o testigo de los cambios experimentados en Chile a fines del siglo XIX. En 1879, los roces diplomáticos entre Chile y Bolivia por la administración de la frontera norte del país y de los intereses chilenos en las minas salitreras, provoca el desembarco en Antofagasta el 14 de febrero, dando inicio a la Guerra del Pacífico, el mayor conflicto bélico de la historia del país; y en donde muchos de los soldados que ahí estuvieron salieron de nuestro territorio, como el caso de Audolio Quezada, veterano que descansa en nuestro cementerio municipal.

Hacia el Sur unos años mas tarde comienza la pacificación de la Araucanía (1881); donde un ejercito experimentado hace uso de su conocimiento como forma de mantenerse activo frente a este escenario bélico.

Con estos cambios la economía se asentaba en nuevas bases fundadas con la incorporación de las salitreras y la laicización del estado, esta terminando el siglo XIX y en aquel tiempo, específicamente el 22 de Diciembre de 1891, se dicta la Ley Orgánica de organización y atribuciones de las municipalidades. Conocida como la Ley Nº 4111. Esta ley se hizo bajo el Gobierno de don Jorge Manuel Montt. El impulsor de esta Ley fue don José Manuel Irrarazabal, con el Plan de Desarrollo Territorial de la Laja. A esta Ley se le conoce como la Ley de la Comuna Autónoma. Haciendo uso de esta ley se crean las comunas de Quilleco, Santa Bárbara y Rinconada del Laja.

En esta última década del siglo Chile, estaba inmersa en una guerra Civil que dejaría 10.000. muertos y que terminaría con el suicidio del presidente Balmaceda, mandatario legitimo de la época, anterior a Jorge Montt, quien se quita la vida un día antes del termino de su mandato. En este contexto, ya conocido posteriormente no es de extrañar que las suspicacias y especulaciones en torno al poder se apoderan de todos los territorios, los levantamientos populares amenazan las posesiones de los terratenientes quienes toman parte en el conflicto, mientras tanto nuestra comuna es formada, asegurando la posesión de las familias tradicionales de las época quienes constituyen el primer municipio que incorporaba, sectores como Pedregal, Caliboro y Antuco. Esto ocurre a principios del año 1894 y sus protagonistas son, según el Libro de Actas, en donde consta que el 17 de Marzo de ese año, en el salón de la Municipalidad de Los Ángeles, se efectuó la sesión preparatoria con la presencia de los primeros regidores electos, siendo estos:

• Don José Tomás Paredes
• Don Cristino Ortiz
• Don Juan Ángel Castillo
• Don Dionisio Martínez
• Don Mariano Palacios
• Don Juan Jara Burgos
• Don Juan Bautista Vega
• Don Simón Seguel Cifuentes; y
• Don Juan Belisario Almendras

Haciéndose la elección de alcaldes y regidores quedando ordenada de la siguiente forma: Como primer alcalde fue electo don Mariano Palacios., como segundo alcalde fue electo don Juan Ángel Castillo, como tercer alcalde fue electo don Juan Bautista Vega, como primer regidor fue electo don Juan Belisario Almendras, como segundo regidor fue electo don Cristino Ortiz, como tercer regidor fue electo don José Tomás Paredes, como cuarto regidor fue electo don Juan Jara Burgos, como quinto regidor fue electo don Simón Seguel Cifuentes, como sexto regidor fue electo don Dionisio Martínez.

Los representantes de esta nueva comuna provenientes de familias enraizadas desde épocas de la colonia y que cabrían, sendas extensiones de tierra hacia los rincones de nuestra ruralidad; la familia Palacios en Tinajón y los Vásquez en Cañicura, eran parte de las costumbres realistas de los antiguos encomenderos, y quienes se adaptaron a las nuevas formas sociales perteneciendo a la clase dominante, generando políticas sociales asistencialistas que entregaban salud y educación a la masa obrera de la época, quienes trabajaban de sol a sol, cabe señalar que el descanso dominical no existía en chile hasta su legislación en 1907.

agradecemos los aportes de don Luis Decap, profesor e investigador de historia local.